Si querés disfrutar de una piel divina toda la temporada,
es clave que hagas de tu rutina de belleza, un ritual.
Seguí este paso a paso para vivir tu mejor versión.
Por la mañana y por la noche, es fundamental que limpies tu rostro para eliminar células muertas y barrer impurezas.
Una vez por semana te aconsejamos que exfolies tu rostro.
Esto va a ayudar a remover las células muertas y mejorar la textura y apariencia de la piel.
Tonificar es importante para cerrar los poros y dejar tu piel lista para una profunda hidratación.
Los serums le dan un extra de hidratación a la piel, porque alcanzan las capas más profundas de la dermis. Para el día, cuanto más liviano mejor. Para la noche, en cambio, lo ideal es que sean concentrados.
La piel del contorno de los ojos es hasta diez veces más fina que la del resto de la cara y merece un cuidado especial, tanto de día como de noche.
Hidratar la piel por la mañana y por la noche es la mejor manera de que luzca más joven, descansada y fortalecida.
El secreto para la belleza de tu piel es, sin lugar a dudas, aplicarte protector solar por la mañana para evitar el fotoenvejecimiento.
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